Menudas vistas, qué luz… ¡qué todo! No hay nada como una buena ducha para recuperarnos del viaje… Y aunque la cama nos invita a una siesta para inaugurar Ibiza, la visión del Paseo Marítimo y el mar nos llama: casco, mochila, guantes… ¡listos para salir de excursión!.
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